06 agosto 2008

CAMPO DE TRABAJO – GRANADA – JULIO 08


“Con el contacto de estos días con los niños discapacitados me he dado cuenta que tengo que pensar en lo que sienten los demás, no sólo en mí; y cómo ellos se conforman con muy poca cosa y son felices”

“Al principio sentí un poco de miedo, pero más tarde todo fue más fácil, hablábamos más y eso me gustaba”

“¡Hay personas que yo no conocía y existen! Son tan parecidas a nosotros como nosotros a ellas. Desbordan alegría y te hacen sentir querido. Valoran mucho más las pequeñas cosas, los detalles, cosas que a nosotros nos parecen lo más normal. La hospitalidad es muy importante, aquí, en casa, en la calle, donde sea… “

“Me ha supuesto una sonrisa más, una satisfacción al sentir que con darles sólo un poco de cariño, ellos te daban el doble sin ningún esfuerzo. No se ha quedado en besos y abrazos sino en miradas llenas de felicidad.”

“Tenía miedo de lo que me iba a encontrar pero cuando conoces a los chavales te sorprendes porque son personas que aunque tengan un retraso valen mucho por que puedes llegar a hacer cosas extraordinarias y que a cualquiera de nosotros nos costaría mucho. También son muy agradecidos y cariñosos te cuentan las cosas que les pasan, siempre que te ven te sonríen y van corriendo a saludarte. Siempre están contentos.”

Isa, Loreto, María y Edu.