16 enero 2009

UN MUNDO DE CAPACIDADES


El aula donde Inmaculada imparte sus clases es un lugar particular. No hay mesas, ni sillas y las paredes aparecen forradas con cartulinas pobladas de grandes dibujos, a los que se asocian letras descomunales. Para ella, no hay libros- guía. En su mundo, tampoco existen los tradicionales volúmenes que marcan la lección que habrá que seguir durante la jornada. Del techo cuelga una gran bola de plástico. No está ahí por casualidad. Forma parte de la rutina docente. El lugar del mobiliario lo ocupan unos chismes que reciben el nombre de bipedestadores.Mantienen en posición vertical a los seis pequeños de tres a cuatro años que conforman su grupo. Según explica, son vitales en el proceso de adquisición de habilidades psicomotrices. La maestra malagueña, afincada desde hace tres lustros en Granada, no sólo imparte conocimientos. En el programa de educación especial que ha construido con su tesón y con el apoyo de los compañeros, entran en juego muchos otros factores. En su tarea cotidiana, la aventura de aprender cobra una dimensión completamente distinta. Inmaculada es el manual y los cuadernillos, la ilustradora, la programadora; a veces hasta las manos y lo pies de los críos. Para ella no hay dos días iguales. Es una de las maestras del colegio de la Fundación Purísima Concepción. Trabaja con niños con discapacidades intelectuales, a los que se entrega, junto a otras personas, para proporcionarles un futuro de autonomía e independencia. “Los matices que conlleva esta actividad la hacen completamente diferente a la que se puede realizar en cualquier otro sitio. Te exige mucho más. Es agotador”, explica la maestra, quien añade que también la satisfacción es mayor, como los estímulos que le impulsan a seguir adelante: “Descubres el pequeño avance, que vale el doble, el tono que antes no veías y que da sentido a la vida, que les hacen crecer como seres humanos”. Detalles que lo dicen todo. “Un pequeño paso te lleva a otro más grande”, continúa diciendo Inmaculada, quien, no obstante, advierte de que las cautelas han de ser mayores, especialmente con los padres: “Debemos ir con mucho cuidado. Ellos se ilusionan cuando ven cualquier mínimo avance y preguntan si terminarán leyendo y escribiendo. Insistimos en que lo importante es continuar en la línea iniciada y conseguir que cada uno desarrolle el potencial que atesora”. “No están preparados para situaciones así. Actuamos con ellos, les ayudamos a ver lo que tienen en sus manos para que descubran realmente a los hijos”, señala. Para Inmaculada o Juani, otra de las docentes, no hay vías, no hay marcas, no hay indicaciones que seguir, no existen senderos por los que transitar con la seguridad de las técnicas, normas y experiencias del ‘Libro de las verdades universales’ que algunos presumen de llevar bajo el brazo y aplicar en la búsqueda de óptimos resultados. Es necesario construir técnicas específicas para cada uno de estos pequeños, algo que en la práctica se traduce en el duro ejercicio de tener que elaborar todos los materiales pedagógicos y lo que es aún más difícil, idear y aplicar una metodología con la que llegar a ellos. El nivel de exigencia es alto. Según indican, para salir adelante es imprescindible contar con un profundo conocimiento de cada niño, algo que tan sólo se consigue con una atención minuciosa, muy personalizada y directa. Nunca pierden la sonrisa. Con un optimismo fuera de la normal, Inmaculada muestra las fichas, que ella misma ha elaborado con cartulinas y plástico, a uno de los críos. Las pasa, mientras él reconoce los motivos. A cada respuesta sucede una muestra de entusiasmo por su parte. Sólo viendo lo que hace, es posible comprender que disfruta de cada momento como si fuera el primero, que no ha perdido la capacidad de sorpresa, que nunca se rendirá y que la grandeza sólo habita en el que lo da todo por los demás –y más en estas circunstancias–. –¿Qué le aporta este empleo?–Mucho. Una visión distinta de la realidad. Te enriquece como persona, pero, por encima de todo, te permite hacer una lectura completamente diferente del mundo